Marta Galimany puede hacerlo prácticamente todo en su CAR particular
Nuestros atletas profesionales llevan semanas ejerciendo más de ‘ingenieros’ que de deportistas intentando salvar la situación de excepcionalidad que estamos viviendo y adaptarse a los medios que tienen a su alrededor para mantener de la forma más fidedigna posible sus entrenamientos. La crisis por el coronavirus ha hecho que estemos confinados en casa casi dos meses y cada deportista de alto nivel (y deportistas en general) ha sacado todo el ingenio para perder la menor forma física posible. Cintas de correr, rodillos, pesas, salones y dormitorios convertidos en salas de fitness, hemos visto prácticamente de todo.
Ahora nos vamos a detener en algo que han ‘ideado’ la maratoniana Marta Galimany (que tiene mínima olímpica y que debería estar ahora mismo de lleno preparando los Juegos de Tokio si no se hubieran pospuesto) y su entrenador Jordi Toda. Se trata de una especie de ‘Centro de Alto Rendimiento’, como le han llamado, en el que la atleta tiene múltiples opciones para entrenar y cubrir todas las facetas y partes del ‘planning’ que ha diseñado con Jordi de manera casi religiosa a expensas de que se reabra la pista de atletismo de Valls donde se ejercita habitualmente.
“Lo de ‘Centro de Alto Rendimiento’ es un poco una coña que hemos inventado. Pero en cualquier caso es ideal porque podemos hacer prácticamente todo lo que hacíamos en la pista de atletismo. Sustituimos la pista y nuestras instalaciones habituales por un polígono abandonado que hay aquí cerquita de Valls. Cuando calentamos o hacemos rodajes suaves tenemos caminos que salen de ahí mismo del polígono, que además pertenece a un término municipal de menos de 5.000 habitantes, por lo que si nos cruzamos con alguien lo ven totalmente normal y no nos juzgan”, nos comenta Jordi Toda.
“Por caminos tema calentamiento y rodajes y ya cuando tenemos que tocar ritmos o entrenamientos interválicos como nos toca hoy tenemos todo un polígono para nosotros con vueltas de un kilómetro, dos kilómetros, rectas de 300 metros…La idea es ir adaptándolo. Hemos cargado además algo de material que teníamos en casa; es muy básico, pero nos permite hacer un poco de multisaltos, poleas…No hay mucho más. Intentamos hacer la fuerza adaptada a lo que podemos hacer allí y no difiere mucho de lo que estaríamos haciendo de fuerza en la pista”.
“Estamos esperando a que se pueda utilizar en Valls la pista de atletismo; hay posibilidades a partir de la fase 1 cuando entremos y la verdad es que el patronato siempre nos ha ayudado mucho. Si pudiera entrenar sola allí con la pista cerrada sería genial porque la tenemos a 50 metros de casa; ahí lo podríamos hacer todo sin siquiera tener que desplazarnos. Hasta entonces seguiremos en el polígono”, nos comenta Toda.
Sobre competiciones asegura que “nosotros no podemos solo programar los Juegos de 2021 porque queda casi un año y medio, entonces lo que hemos hecho es mantener los objetivos que habríamos afrontado este año sin los Juegos. Por ejemplo, había un Europeo de Medio Maratón en agosto, el Mundial de la misma distancia en octubre (que sigue en calendario, por cierto) y vamos a trabajar como si tuviéramos que afrontar ambos. Si finalmente hay competiciones las haremos y si no, nos las inventaremos, ya haremos unos tests nosotros. No queremos cambiar la programación de lo que hubiéramos hecho normalmente. Al final la competición solo es el día que vas a hacer el test para saber cómo vas progresando; Marta ya tiene la mínima de los Juegos, por lo que no tenemos esa necesidad imperial de tener pruebas para lograr la marca. La intención es que el cuerpo experimente como si no hubiera cambiado nada. Si las circunstancias no los permiten así lo haremos”.