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Antonio Postigo, el entrenador de 79 años que ahora corre con su hijo. “He llegado a hacer 300 km”

Publicado por
Alfredo Varona
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En una enciclopedia del atletismo, Antonio Postigo sería uno de los tomos. Un entrenador milenario, un trotamundos que con 79 años, sigue compitiendo con su hijo de 20 como nos demuestra la maravillosa fotografía que acompaña esta conversación.

“Acaba de correr los 400 metros en 1:27. Con 79 años. Pasión por el atletismo. Mi maestro”. Ignacio Romo.
Es un elogio gratuito de alguien como él que quería halagarme. Hay que saber alabar lo que merece la pena. Ignacio Romo fue alumno mío en el Colegio Calasancio y con el que he perdido contacto.

Médico y periodista Ignacio Romo.
Le conozco desde que tenía 8 años. Ahora tiene casi 60. Es una gran persona. Últimamente por lo que le leo de atletismo no siempre opinamos pero da igual. Lo valoro como si lo opinase yo.

Es usted un mito.
No me veo así.  He practicado atletismo durante 70 años. Empecé a los seis y tengo 79. He sido bastante imprudente. He llegado a hacer 40 km por la mañana y 40 por la tarde en El Retiro con Sergio Fernández Infestas y su hermano. Y no lo hicimos despacio, sino por debajo de 4’00″/km. Pero era una experiencia que quería tener en los años 80. Después de eso, no tenía miedo a ninguna distancia. He llegado a hacer 300 kilómetros.

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¿Y ahora los haría? 
Sí.  Es lo que hacen algunos keniatas. Kiptum hacia 280.  Pero eso no se hacía así en los ochenta. He sido seguidor de Van Aaken y la cultura alemana y eso me enseñó que el maratón se preparaba haciendo kilómetros.  Dicho de otra forma: la distancia se gana con kilómetros.  Ingebrigtsen hace 180 km a ritmos de umbral. Es la línea de lo que yo seguía en los ochenta.

¿Y cómo lo hacía? 
Me informaba. Buscaba información. Le puedo contar que llegué a ver a Lasse Viren en Canarias. En 1980 él ya hacia 30 km a diario. Le vi preparar allí el último ciclo en Moscú y aprendes. De alguna manera es la intrahistoria que no pasa a la historia porque no es pública. Pero una vez que tú lo ves con tus ojos, bajas del altar. Viren era un gran campeón pero usaba medios, ayudas recuperadoras que no digo yo que sean dopaje, pero que no usaba todo el mundo.

¿Es un buen entrenador?
No estoy seguro. Creo que ahora lo sería mejor. En su momento procuré no cometer errores, aunque nunca se sabe. Creía en los kilómetros. Pero, curiosamente, el mejor atleta que tuve, que fue Chuvieco, hizo 8’20 en obstáculos sin entrenar tanto, porque él tenía tanta calidad que no lo necesitaba.

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¿Ya no es entrenador?
Hay que saber apartarse como los de antes se apartaron para que entrase yo. Ahora asesoro a gente que me lo pide. Estuve en Bolivia, en Chile. Hice, en general, cosas de las que no me arrepiento. Mi mujer es boliviana. Un día decidimos irnos a vivir allí con nuestros hijos. Fue una época. Cuando entendimos que se había acabado volví en 2010 para jubilarme en España.

¿Y qué encontró?
El mismo atletismo. Incluso el umbral de Nuria Fernández era el mismo. Me llamó Odriozola para que la entrenase y llegamos al Europeo de Helsinki. Pero, además, llevé a Elena Espeso con 39 años a Londres 2012.

¿Cómo es su vida ahora? 
Vivo en Aranjuez.  Me levanto pronto. Bajo al jardín del príncipe a pasear pero sobre todo a correr. No me duele nada. Tengo mis recaídas. El otro día no pude correr. Hace una semana hice una Legua a 5’00”/km  y me encontré fenómeno. Se puede ver en Strava. Me parece interesante compartirlo en redes sociales y que se vea lo que se entreno.

¿Cómo era el atletismo sin redes sociales? 
Sería otra cosa. Hay muchos atletas que están excesivamente pendientes.  Incluso, alguno que prepara los JJOO y, para mí, no es así. No debe ser así. Las redes están sobrevaloradas. Los atletas deben estar más atentos a cuidarse. Si molesta lo que digo no lo sé. Pero hay que decir cosas que valgan la pena y no engañar a nadie.

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¿Ganó dinero como entrenador?
He sido profesional, sí. Tuve contrato con la Federación del 88 a 2005. Entrenaba a todo el que venía a mis manos hasta que dije basta. A veces, tenía la sensación de que me dedicaba más que mis atletas. Por eso en este último caso que ha ocurrido con Katir a mí no me hubiese sucedido lo que le ocurrió a su entrenador que dijo que no sabía nada. Si estás con él debes saberlo.

¿Y si se dopa a sus espaldas?
Es un tema comprometido. Pero a mí me parece imposible que el entrenador no se de cuenta. Si uno vuela, si hace cosas extraordinarias… La biología no se confunde. La ciencia está para evitar errores. Pero, claro, hay que ser humildes para reconocer errores. Todos podemos cometerlos. Pero reconócelos.

¿Cree en la excelencia?
Es absurdo. Si se refiere al caso de Pol Retamal clama al cielo. No le llevan al Europeo de Roma. No le llevan a los JJOO. No sé lo que pasa pero algo pasa. Yo le llevaría. Ante tanta insistencia, menos resistencia. Es el mejor velocista que hemos tenido siempre. He sido responsable de velocidad. Sé lo que digo. Pol Retamal es alguien que está cumpliendo, que es transparente lo que es más incomprensible todavía.

¿No le pide explicaciones a Chapado? 
No creo que solo sea Chapado. Es una mala visión. Pero esa mala visión impide ir a Pol Retamal y a otros que se lo merecen a unos JJOO. Son cosas raras. Son normas complejas que no tienen razón. No me vale con que salga el seleccionador y diga que lo siente. No lo sientas. Soluciónalo, pero…

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Alfredo Varona