Lo de Kilian Jornet en la Zegama-Aizkorri no fue sino otra muesca más a la historia de las carreras de montaña. El atleta catalán, que trituró el récord de la prueba, se alzó con su 10ª txapela en tierras vascas y despertó, una vez más, la admiración del mundo del deporte en general. Ataviado con su nueva marca ‘NNormal’ (se nos ocurren pocas promociones mejores que lo que hizo este domingo en Zegama), el corredor de 34 años, residente en Noruega, le pegó un mordisco a la plusmarca de la carrera de, nada más y nada menos, nueve minutos.
Pasan los años, pero el corredor de La Cerdanya parece que es como el buen vino, que va a mejor. Selecciona más que nunca su calendario, lo espacia bien, y solo compite donde cree que va a disfrutar más. Porque de eso se trata.
Final apoteósico
El caso es que si nos detenemos en los parciales de Jornet en Zegama (bendito Strava), vemos que hizo auténticas barbaridades. 42km y 2.557 metros de desnivel positivo. A un ritmo de 5:07/km. Que se dice pronto. Vamos a ir desmenuzando parciales. En los primeros tres kilómetros, Jornet acumula un total de 388+. Los cubre en 16’43”. Un sube-baja constante en el que Jornet, por ejemplo, llega a correr en 3:30/km el km7 (-62m). El kilómetro más ‘criminal’ es el 22. 265+ que Kilian cubre en 10’15”. El anterior, el km21, tiene 167+ y lo completa en 6:54/km.
Si hablamos de bajadas, hay una rampa de -279m en el km25 y, por ejemplo, el último kilómetro, el 42, lo cubre a 3.10/km. Un vuelo espectacular para cubrir los -102 metros. Locura que adjuntamos en algunas imágenes. 
