Su verano cambió en la última recta del Campeonato de España, donde Elvin Canales tuvo que pasar a cuatro atletas, cuatro primeros espadas.
–Elvin Josué Canales que no sabemos nada de él -dijo Roberto Quintana, el narrador de TVE.
Attaoui que ya había atacado en la final del Campeonato de España de 800 en La Nucia. Mariano García que trataba de impedirle el paso. La carrera que ya había entrado en la última recta y Canales que tenía a cinco atletas por delante. Pero todavía quedaba esa última recta que a veces se parece a una tanda de penaltis.
Y entonces apareció Canales que iba a ser capaz de pasar a cuatro atletas (Ben, Mariano, De Arriba y Ordoñez. Elvin Josué Canales del que todo el mundo sabía que acababa de hacer 1’44” en Guadalajara y que el viernes 28 de junio se había despertado en su habitación con multitud de mensajes en el móvil para felicitarle.
-Por fin, ya tienes el transfer español -le decían después de tanto tiempo esperando: ya casi ni él creía.
Pero estamos en La Nucia y los atletas que emprenden la última recta. A Canales que se le han pegado las sabanas. Canales que parece que está en la lona. Canales que aún no ha entrado en carrera. Canales que tiene que abrirse. Canales que, sin embargo, guarda esa imparable confianza en sí mismo para demostrar que esto aún tiene solución. Canales que aún va a tener tiempo para pasar a Adrián Ben en el último suspiro, para ser segundo. Canales que sí, Canales que va a firmar las escrituras de su clasificación para los JJOO de París.
Con 22 años. Con un suspense importante hasta que nos avisó Jesús España, el comentarista que acompañaba a Roberto Quintana en TVE, de que el partido había cambiado:
-Ojo a Elvin Josué Canales.
-Canales que entra segundo -ratifica Quintana.
Y, sí, en el territorio de campeones europeos y mundiales como Mariano García o Adrián Ben, Elvin Josué Canales, en su primera carrera como español, demostró que la última recta en el 800 es la más larga del atletismo.
Hace unos días, Gerardo Riquelme le hizo un espectacular reportaje en Marca, titulado El triunfo de la clase obrera, donde al menos yo me enteré de que sus padres, peón de albañil y cuidadora de ancianos, le tuvieron a él con 17 años. Y también me enteré que Elvin Josué Canales empezó a hacer atletismo en Girona, porque era la única de las actividades extraescolares que no costaba dinero.
Hoy, a los 22 años, irá a los JJOO de París porque en la vida hay historias que se parecen a las que nos cuentan en el cine. Historias en las que manda el hambre, historias que a mí me recuerdan la primera vez que el entrenador Juan del Campo vio aparecer a Mariano García con 21 añitos en un campeonato de España sub-23 en Salamanca:
-Me ha llamado la atención ese chico -me dijo-. Hacía tiempo que no veía correr con tanta ambición, con tanta hambre. Sus ojos reflejaban hambre al entrar en la última recta y con eso tienes la mitad de la prueba ganada.
Cinco años después, Canales es ese hombre, capaz de pasar a cuatro, !cuatro!, atletas en la última recta en la que siempre será una de las mejores decisiones de su vida.
