Una carretera de Hellín, bajo un puente, se convirtió en trampa para una conductora. Quedó inundada por el agua que descendía por esta rambla. Su vehículo no podía avanzar y ella quedó paralizada por el miedo. "Hay que tener en cuenta la edad de la señora y la cantidad de agua que caía en ese momento que no se veía nada", cuenta Pedro Carretero, policía local del municipio de Albacete. Los bomberos pudieron rescatar a la mujer, tranquilizándola y alejándola de la corriente. No había que subestimar el peligro de un torrente que, incluso, ocultaba socavones. En uno de ellos cayó otro coche cuyos ocupantes pudieron salir ilesos. El alcalde de Hellín, Manuel Serena, aclara que forman parte de una zona arqueológica y "aun habiendo señalización, la lluvia le impidió verla y se metió el coche". En otro rescate en una vivienda los bomberos ni siquiera encontraban la salida para sacar a los vecinos que también quedaron atrapados por una tormenta cuyas consecuencias todavía no han podido quitarse de encima.