Extintor en mano, los tres activistas de Futuro Vegetal lanzan pintura negra y roja contra la fachada vandalizando las paredes de la propiedad de Messi. Acto seguido han desplegado una pancarta en la que han escrito tres frases que resumen su activismo: “Ayudar al planeta, comerse al rico y abolir la policía”. Para protestar por esas desigualdades también se han fotografiado delante de la piscina y de su pequeño campo de fútbol. Han elegido la vivienda de Messi porque está construida en suelo protegido y tiene una parte pendiente de regularizar. Mientras esto se permite, denuncian, la semana pasada se desahució a 150 trabajadores que residían en un poblado de infraviviendas.