La Garganta es un pequeño pueblo del norte de la provincia de Cáceres de apenas 400 habitantes que, como muchos otros municipios, sufre las graves consecuencias de la despoblación. El colegio se vio obligado a cerrar sus puertas en 2015 por falta de niños y, desde entonces, se ha convertido en un lugar habitual para que los jóvenes cometan actos vandálicos, estén a deshoras, celebren macrobotellones, atenten contra las viviendas de los vecinos o, incluso, celebren un bautizo con un dj.

Un colegio de Extremadura cerrado por falta de niños se convierte en recinto de macrobotellones (leer noticia)