Con 14 años, Gustavo Fernández empezó a ver la vida a través de los ojos de una mujer de 87. En su caso, un trasplante de córnea fue lo que le permitió contar con esta hazaña en su biografía. Una gesta que ahora tiene 137 años, fruto de sumar los 87 años de la donante y los 50 que han pasado desde una operación a la que se sometió siendo un adolescente y que le cambió la vida para siempre. "Fue un antes y un después. He podido hacer una vida absolutamente normal, sin privarme de nada", cuenta este ovetense al que un diagnóstico erróneo le llevó a pasar por el quirófano. Lo que en un principio parecía una conjuntivitis acabó siendo una queratitis herpética que dañó la córnea de su ojo izquierdo. "Con cinco años, me pusieron la vacuna de la varicela. Tras esto, me dio un herpes que afectó a la queratina de la córnea y empecé a perder visión. El susto fue mayúsculo", indica Fernández.

El hombre de la córnea de 137 años (leer noticia)