La RFEF ha dado un paso más en su voluntad de limpiar la imagen del fútbol español tras el escándalo generado por la actitud del ex presidente, Luis Rubiales, después de ganar el Mundial femenino. El cese del ya ex seleccionador, Jorge Vilda, es una prueba de ello, aunque la opción de entregar al cargo a quien ha sido su segunda entrenadora, Montse Tomé, no ha acabado de convencer a la gran mayoría de las internacionales españolas.

Dudas entre las futbolistas por la elección de Montse Tomé (leer noticia)