Fue imposible no emocionarse con el oro de Jordan Díaz en el triple salto frente a su némesis, Pedro Pichardo, remitiendo el éxito a los logrados en su día por Ruth Beitia en salto de altura en Río 2016, o de Fermín Cacho en los 1.500 metros de Barcelona 92. El atletismo, con permiso de la natación y la gimnasia, es el deporte rey de los Juegos. De ahí la trascendencia histórica.

El día que los Juegos purificaron al fútbol (leer noticia)