La Selva Negra huele a preticor. Ese indigesto vocablo que el diccionario usa para definir el olor a tierra mojada. Una palabra que viene de sumar petros (piedra) e ichor (sangre de los dioses homéricos). Homéricos o no, hasta aquí han venido a recluirse los futbolistas de la selección española huyendo del ruido de una Eurocopa en la que De la Fuente ha traído a sus pretorianos.

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