Nadal, homenajeado en el Ayuntamiento de París

Es complicado encontrar calificativos positivos que todavía no se hayan asociado a la figura de Rafa Nadal en las últimas horas. Ganar un Grand Slam no es fácil. Ganarlo once veces es casi imposible. Y hacerlo de la forma arrolladora con la que lo viene consiguiendo solamente está a su alcance. Es el rey absoluto sobre tierra batida con 57 títulos y no hay ni ha habido otro tenista en la historia de este deporte que haya sido capaz de dominar a sus rivales sobre la arcilla con tanta superioridad a pesar de los continuos goles que ha recibido en forma de lesión. Ha sabido sobreponerse y demostrar que, al final, tanto en la vida como en el deporte si crees, puedes lograrlo. Incluso lo imposible.