Ser una superestrella del deporte implica muchas cosas positivas que cualquiera se encarga de recordar a cada momento. Sin embargo, pocas veces se habla de la parte oscura que viene acompañada de llegar a la élite, las dificultades que conlleva mantener una vida acarreando el peso de ser siempre el centro del debate.

Richarlison se confiesa: "Tenía depresión, buscaba cosas sobre la muerte" (leer noticia)