Hacía tiempo que Brasil había quedado esta noche de viernes para cenar con Camerún. A Brasil, en realidad, no le apetecía nada tener esa cita, entre otras cosas porque dentro de tres días tiene otra con Corea del Sur que le interesa mucho más. La cosa, claro, no funcionó con tan negativa premisa. No eres tú, soy yo, le hizo ver a Camerún, a modo de sincera disculpa. Le explicó que la suya era una de esas citas que colocas en tu agenda a medio plazo, sin pararse a pensar mucho en el momento ni el lugar. Por puro impulso. Pero no, la magia no podía surgir entre ambos en este Mundial.

Brasil se entrega a Camerún antes de su cita con Corea del Sur (leer noticia)