Cuando tienes tanto talento acumulado, tienes que reinventarte. Reciclar a futbolistas para poder dar cabida a los máximos posibles en el once titular. Y esto es lo que pensó en su momento Didier Deschamps. De hecho, no es algo que haya experimentado directamente en Qatar. Antoine Griezmann se ha reconvertido prácticamente en un interior. Con el tridente atacante Mbappé-Dembélé-Giroud, el de Macron es consciente de que su influencia pasa por situarse alejado del área contraria.

Griezmann, el mejor centrocampista de Qatar (leer noticia)