Julián Álvarez fue uno de los grandes protagonistas del triunfo de Argentina ante Polonia. Suyo fue el segundo gol, el de la tranquilidad, con un tanto que fue un viaje en el tiempo para los aficionados de River. Enzo y Álvarez protagonizaron uno de los grandes momentos del partido, ambos estrenando titularidad en el Mundial. El delantero marcó un gol muy canchero: recibió, se giró y disparó a la escuadra. La suya fue una acción fulgurante pero el gol un ejercicio de paciencia: hicieron falta 27 toques, la cifra más alta de Argentina en una jugada de gol, en la historia de los mundiales.

Julián Álvarez, la revelación del Mundial que el Barça tuvo en su agenda (leer noticia)