El verano arrancó en Can Barça con dos objetivos muy claros: el fichaje de un extremo izquierdo y el de un pivote. La delicada situación económica que sigue atravesando la entidad blaugrana ha impedido que estos dos refuerzos lleguen. Por obligación o convicción, el club ha encontrado la solución en casa.

Y llegó el mejor partido de Raphinha con el Barça (leer noticia)