Brahim Díaz es uno de los valores que tiene Carlo Ancelotti en el banquillo. El italiano le ha dado la espalda desde que el Real Madrid decidió recuperarlo del Milán hace dos temporadas, e incluso le invitó a marcharse sin siquiera valorar lo que podría aportar al equipo. El año pasado volvió a ningunear al malagueño, que se abrió paso a base de golazos y grandes actuaciones que obligaron al italiano a darle un poco más de visibilidad.

Brahim resiste a la tentación de Arabia (leer noticia)