La eliminación del Sevilla de la Champions League es una metáfora perfecta de lo que está siendo la temporada en Nervión. Se despiden matemáticamente de la posibilidad de pasar a octavos de final sin ganar un solo partido y dependen de una carambola para poder jugar la Europa League. Y eso que ganaban 2-0, pero claro, Ocampos se expulsó en tres minutos y la herida fue tal que el Sevilla se desangró. No supo contener al PSV con diez jugadores ni a un Vertessen que bailó a todo el equipo y llevó a los neerlandeses a octavos de final.

El Sevilla dice adiós a la Champions (leer noticia)