El Sevilla rozó la gloria de un premio que no merecía. Los de José Luis Mendilibar vencían al PSV por la segunda jornada de la Champions League, pero dos torpezas de Sergio Ramos terminaron costando dos puntos: primero por un penalti -polémico- que Luuk de Jong transformó en gol y luego por una falta innecesaria, en la banda, de la que derivó el 2-2 definitivo obra de Teze. Los goles de Gudelj y de En-Nesyri no sirvieron para nada más que un punto en el choque contra un rival directo del grupo.

Al Sevilla se le escapó el milagro en Eindhoven (leer noticia)