El Chelsea se fue del Santiago Bernabéu con dos mensajes más que claros. El primero es que tiene la eliminatoria muy cuesta arriba y, salvo milagro, quedara apeado de la Champions League en cuartos de final. Y el segundo es que para estar con los 'grandes', se necesita algo más que un espaldarazo financiero en forma de 600 millones de euros en fichajes. Sin proyecto no hay paraíso y el propietario del Chelsea parece haberse olvidado de esa norma no escrita.

Chelsea: el dinero no da la felicidad (leer noticia)