Un día después de conquistar una nueva Champions, esta última en Wembley, el Real Madrid paseó la que supone la decimoquinta Copa de Europa según sus cuentas por la capital española. Fue una gran fiesta, una oda al madridismo que arrancó a las cinco y media de la tarde y acabó bien entrada la noche. No faltó nadie. Se lo pasaron en grande paseando a la 'niña bonita', que es como coloquialmente se le llama al número quince. Más niña bonita que nunca, con las calles vestidas de blanco y el orgullo impregnando todos los rincones de la ciudad.

El Madrid presume de su niña bonita (leer noticia)