El Real Madrid invirtió este verano 103 millones -que pueden acabar convirtiéndose en 134 si se cumplen todas las variables- para hacerse con los servicios de Jude Bellingham, el que está llamado a ser, a juicio del madridismo, el nuevo Zinedine Zidane. Los aficionados blancos se frotaban las manos tras los dos primeros compromisos de pretemporada en Estados Unidos, especialmente tras la victoria contra el Manchester City, que encarriló el internacional inglés con su primer gol como blanco. Pero a la que ha llegado el primer compromiso importante, Bellingham ha demostrado que aún está muy lejos de ser un futbolista de referencia.

El clásico dejó la primera decepción con Bellingham (leer noticia)