El jugador de los Miami Dolphins de la NFL Tyreek Hill fue protagonista de una violenta detención policial tras un enfretamiento verbal con la policía que le obligó a detener su vehículo cuando se dirigía al Hard Rock Stadium para jugar un partido. El jugador recriminó al policía que golpease la ventanilla de su deportivo mientras éste le preguntaba por qué no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Uno de los agentes acabó sacando a Hill del vehículo a la fuerza y tres agentes le colocaron las esposas con él tendido sobre el suelo. Tras la intervención de su representante y de personas del club, el jugador fue puesto en libertad y pudo dirigirse a jugar el partido llevándose una citación por conducción imprudente