En Benalmádena -la ciudad malagueña que tiene confinados los sueños de infancia de varias generaciones en el clausurado Tívoli World- apareció Pedro Sánchez bajo la lumbre vespertina del sol de junio. Bajo un calor amigo en el que los gritos de 'Pedro, Pedro' fueron ampliados con los de 'Begoña, Begoña' para saludar la presencia añadida de Begoña Gómez. Incluso, se coreó más el nombre de ella que el de él en los albores del acto. Eran algo más de las siete y cuarto de la tarde. Y, de repente, dio la sensación de que el presidente del Gobierno había dado un salto desde otra carta -la que escribió a raíz de la citación judicial de su mujer- a un mitin en la Costa del Sol.

Gritos de 'Pedro, Pedro' y 'Begoña, Begoña' reciben a Sánchez y su mujer en el mitin del PSOE en Málaga (leer noticia)