Madrid, 26 jul (EFE).- Con tan solo 23 años, Carolina Marín rompió con el dominio asiático al colgarse el oro en bádminton en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016. Persistencia, ganas y rabia fueron las palabras clave para esta conquista que la elevó al primer puesto internacional. “Esa medalla fue muy especial porque trabajé muy duro. Lo quería tanto, tenía tantas ganas de conseguir esa medalla olímpica, que tenía muy claro que iba a los Juegos de Río a conseguirla”, expresó a Efe al recordar aquel triunfo.