La policía israelí dispersó a miles de manifestantes que salieron a las calles de Tel Aviv este sábado 6 de julio, exigiendo un acuerdo con Hamás para el intercambio de rehenes y reclamando elecciones parlamentarias anticipadas. Este tipo de manifestaciones son cada vez más frecuentes debido a la guerra contra el grupo terrorista y a la amenaza de intensificación de los combates con Hezbolá en Líbano. Al ponerse el sol, los manifestantes bloquearon el tráfico y encendieron una gran hoguera en una autopista del centro de Tel Aviv. Sin embargo, la policía se apresuró a utilizar cañones de agua para dispersar a la multitud, como suele hacer en las manifestaciones.