Xi Jinping y Vladímir Putin han ensalzado las relaciones sinorusas como un elemento de equilibrio, defendido un mundo multipolar y animado a sus vecinos a blindarse contra las interferencias externas. Importa tanto el mensaje como el escenario: la cumbre anual de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO, por sus siglas inglesas), un organismo que simboliza los nuevos tiempos. Nació con objetivos humildes en el Asia Central y ha crecido como contrapeso a la arquitectura global capitaneada por Occidente.

Xi y Putin piden un mundo multipolar en una organización que busca el relevo del orden occidental (leer noticia)