En Torre Baró, Manolo Vital, sigue siendo el héroe que dio esperanza a un barrio con demasiadas necesidades. "Ni agua, ni autobús, ni nada. Y los taxistas no querían subir", recuerdan los vecinos. Ir a trabajar cada día era una odisea. En mayo del 78, Vital, que se ganaba la vida como conductor de autobús llevó su lucha más allá y secuestró el autobús. "Intentó luchar por lo que él creía justo, por la dignidad personal y de la comunidad que estaba en Torre Baró", comenta Eduard Fernández. Una historia real, humana, emocionante.