A estas alturas, las visitas de Nicole Kidman a la Mostra de Venecia para presentar películas sobre sexo y lujurias prohibidas se han convertido en costumbre. En 1999 presentó aquí ‘Eyes Wide Shut’, obra maestra de Stanley Kubrick trufada de escenas de orgías que reflejaban la amoralidad de los ricos, y en la que su personaje ponía punto final a la historia espetándole al de Tom Cruise una frase inolvidable: “Hay algo muy importante que necesitamos hacer cuanto antes: follar”; en 2004 volvió al festival para promocionar ‘Reencarnación’, película de Jonathan Glazer tan magnífica como malentendida en la que encarnaba a una mujer que se enamora febrilmente de un niño que dice ser una versión revivida del hombre cuya muerte la dejó viuda.

Nicole Kidman eleva el voltaje sexual de Venecia (leer noticia)