El fiscal lo tiene muy claro: “La investigación ha revelado que hay una red criminal responsable de distribuir grandes cantidades de ketamina al actor Matthew Perry”. Por eso acusa a 5 personas de su muerte. Su único objetivo era lucrarse aprovechando las adicciones del actor. Le extendían recetas falsas del potente anestésico y entonces entraban en acción dos acusados más, una mujer apodada la reina de la ketamina y otro hombre eran quienes la conseguían. En uno de los mensajes el doctor personal de Perry les preguntaba literalmente, “cuánto dinero podemos sacarle a este idiota”. Se la inyectaba el asistente de Perry, el quinto acusado. El día de su muerte llevaba una dosis tan fuerte como la que se suele poner en una operación quirúrgica. Mathew se quedó inconsciente en su jacuzzi y se ahogó, por eso ve responsables a estas 5 personas y pide más de 100 años de cárcel por la muerte del querido actor de Friends.