Un partido para rebobinar y rebobinar certificó un sonado triunfo español después de tres periodos que le exigieron absolutamente de todo. Un choque de lo más crudo ante todo un gigante como Alemania. Una España madura, en las cuerdas en muchos minutos, supo apretar los dientes cuando su rival subió el volumen y la tuvo enchironada a base de empuje aéreo. Por el camino, una Roja también puntual ante el gol, con momentos con mucho hilo y otros más desteñida, sobre todo tras los primeros relevos. Olmo le dio el primer impulso y Merino, con el encuentro casi terminal, selló el subidón español. Guiños del fútbol, tuvo que ser España quien despidiera a Kroos.

Subidón de España (leer noticia)