Un tormento llamado Nico Williams puso a la Roja en órbita y dejó a Italia a los pies del extremo del Athletic. El chaval tuvo en jaque al equipo transalpino y fue la etiqueta de una España muy consistente, creativa y gobernante. Con vértigo y pausa. Una España que mereció mucho más, por fútbol y carácter. Remató y remató y tuvo bloqueado al grupo transalpino, al que no concedió ni una. Pese al torrente ofensivo español -mucho mayor que ante Croacia- el gol llegó por un tropezón de Calafiori. Por supuesto, previa jugada de Nico Williams, graduado a lo grande un torneo de tronío con solo 21 años. De paso, el equipo español se garantizó el primer puesto del grupo. Ya es una España de octavos, con ocasión de darse un respiro el próximo lunes ante Albania, donde no estará Rodri, que se ganó una liberadora tarjeta que le supondrá sanción.

Nico Williams exhibe a España (leer noticia)