Liberado de la jaula económica que le impedía aportar todo su fútbol al Barcelona, Dani Olmo sacó todo su repertorio en Vallecas para liderar la remontada, la segunda en tres jornadas de un líder que no levanta el pie del acelerador, y que castigó la asfixia del Rayo (1-2) con una gran segunda mitad al ritmo de su nueva estrella.