Lamine Yamal solo tiene 17 años (los cumplió el pasado 13 de julio) y todo va muy rápido a su alrededor. Sin prácticamente tiempo para asimilar lo vivido en el último año, quienes le conocen aseguran que "no ha cambiado nada". Y eso significa que mantiene esa sonrisa contagiosa y esa personalidad un punto traviesa de un niño sin maldad, lo que no es incompatible con la versión extremadamente competitiva que siempre luce sobre el césped. En el fondo, sigue siendo un niño disfrutando del balón.

La nueva vida de Lamine Yamal (leer noticia)