Gündogan es una de esas figuras cuya presencia en un terreno de juego impone. No por el fútbol que practica, un juego a simple vista sencillo y, por lo tanto, el más complicado de ejecutar. Lo imponente de Gündogan es su personalidad, desparramada sobre el césped y en una de las cabinas de la sala de prensa de la Ciutat Esportiva hablando de fútbol. De Gündogan impone incluso su nombre: “Por favor, no demasiada gente durante la entrevista”, pide. La razón: quiere atender sin distracciones a su interlocutor. Sus deseos son órdenes. A partir de ahí, ni un solo tópico y ni una sola pregunta por responder. Gündogan vive como juega, siempre de cara y siempre mirando al frente.

Gündogan: "Para ganar, antes hay que haber perdido mucho" (leer noticia)