Hoy quien más quien menos tiene entre una y tres suscripciones a la televisión de pago. Hemos interiorizado las OTT de una forma tan natural en nuestras vidas que hay quienes ya ni siquiera sintonizamos la TDT. No pidan a sus hijos, si estos tienen menos de 10 años, que entiendan el mensaje de “volvemos después de la publicidad” y tengan que pagar el peaje de cinco minutos de anuncios para seguir viendo sus dibujos. Y esto ha sido en un plazo de no más de cinco años. Así que la pregunta es pertinente: ¿cómo veremos el deporte en televisión en 2030? Porque los movimientos que ya se ven en Estados Unidos apuntan a una nueva transformación.

¿Veremos el clásico en Netflix? (leer noticia)