Lo dijo Xavi tras finalizar el partido: “Gavi emociona; que no frene, no tiene techo”. Tres frases que definen lo que representa la irrupción de un joven futbolista de 17 años en el primer equipo del Fútbol Club Barcelona. Y es que lo de Pablo Páez Gavira no es casualidad. Hay mucho detrás de ese futbolista que lucha cada balón como si le fuera la vida en ello. Es una de los aspectos que más sorprende al aficionado azulgrana. Esa hambre por robar el balón. Ese sentimiento por desvivirse por cada uno de sus compañeros. Es un jugador de equipo. Y encima, es buenísimo. Nadie le ha regalado nada y ha llegado para quedarse. El sábado dejó una prueba más de ello.

El mejor Gavi ilumina el futuro del Barça (leer noticia)