La razón del violín de Djokovic, la celebración que generó pitos en Wimbledon

El serbio ha vuelto a tener sus más y sus menos con el público en la presente edición de Wimbledon

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Djokovic celebra su victoria ante Rune en los octavos de final de Wimbledon 2024

Djokovic celebra su victoria ante Rune en los octavos de final de Wimbledon 2024 / LAP

Albert Briva

Albert Briva

Un año después de uno de los partidos que se recuerdan ya como uno de los mejores de la historia del tenis, Novak Djokovic y Carlos Alcaraz vuelven a citarse en la gran final de Wimbledon. El serbio, que buscará su octava corona en la hierba de Londres, quiere recuperar el trono que le arrebató un Alcaraz, que llega tras volver a mostrar un nivel impecable de juego.

Una final que apenas ha tenido trabas por el camino y es que ninguno de los dos jugadores ha sufrido hasta el punto de llegar a temer por su continuidad en el torneo, pese a llegar con más dudas de las habituales en ambos casos. Sobre todo para el serbio, que fue operado hace apenas un mes de su rodilla, tras la lesión que sufrió en Roland Garros.

Pero haciendo gala de su fama de superhéroe, conocido como el 'ironman', el serbio no ha dado lugar a la sorpresa y ha ido dejando por el camino a cualquiera que se le ponía delante, elevando su nivel a medida que avanzaba la competición para llegar hasta la final con victorias convincentes como la que sumó ante Musetti en semifinales.

UNA NUEVA CELEBRACIÓN

Victorias que el serbio está vez celebró de una forma distinta a lo habitual, haciendo el gesto del violín con su raqueta en medio de la pista. Una acción que motivó a la reprobación de cierta parte del público, que abucheó al balcánico pensando que el jugador se estaba burlando de ellos.

Durante el gesto, las cámaras se centraban en su hija pequeña, Tara, quien fue la verdadera destinataria de la “celebración musical” de Djokovic. La pequeña heredera de 6 años está aprendiendo a tocar el instrumento y su padre quiso dedicar las victorias especialmente a ella.

Unos pitos que no fueron del agrado de muchos de los expertos que comentaron el partido, entre ellos John McEnroe, quien argumentaba, “¿Por qué la gente abuchea? No lo entiendo”. De todas maneras, Djokovic recibió mayoría de aplausos, pero el gesto del festejo terminó confundiendo a algunos espectadores que lo malinterpretaron.

RENCILLAS TRAS SU VICTORIA ANTE RUNE

Una relación de amor - odia que viene sobre todo del partido de octavos de final en el que el serbio se enfrentó a Holger Rune. Tras el partido, en declaraciones en la misma pista, Djokovic no quiso dejar pasar alto los pitos que había ido recibiendo durante todo el encuentro por parte de algunos aficionados.

Sé que estaban animando a Rune, pero esa es una excusa para abuchear”, comenzó en su relato. Y agregó: “Conozco todos los trucos. He jugado en ambientes mucho más hostiles. Ustedes no pueden tocarme”. 

Un 'recado' que generó revuelo en ese momento, pero que lejos de desmotivar o desconcentrar al serbio, hizo encontrar en ello una motivación más para seguir más fuerte. Algo que a lo que ya nos tiene acostumbrados.

Ante Alcaraz, sobran motivaciones extras. Djokovic y su violín quieren recuperar su trono. La mejor final de siglo, ya vuelve a estar aquí.