El hermano de Alcaraz desvela qué hizo la noche antes de conquistar Wimbledon ante Djokovic

Álvaro Alcaraz, mentor de Carlos, es uno de los artífices del reciente campeón de Wimbledon

El murciano ya atesora 12 títulos profesionales, entre ellos dos de Grand Slam como el Abierto de Estados Unidos y Wimbledon

Alcaraz: “Siempre he querido formar parte de la historia de los torneos”

Carlos Alcaraz asegura que siempre ha querido entrar en la historia del tenis / ATLAS

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Álvaro Alcaraz, hermano mayor de Carlos, es uno de los artífices de sus éxitos y ejerce como tal tanto en la pista como fuera de ella. Álvaro, de 23 años cumplidos el 2 de noviembre asegura estar viviendo "un sueño, en realidad un sueño de toda la familia y es grafificante ver la respuesta que genera Carlitos en la gente".

En una amplia entrevista con Murcia Plaza, Álvaro habla sobre Wimbledon, aún tan reciente: "Fue un auténtico gustazo vivirlo con la familia al completo". Desvela particularidades como lo que ayudaron las partidas de parchís que jugaban las noches en las que no había partido en una competicón en la que el premio, el trofeo de Wimbledon, ya descansa en la casa familiar: "Ya van unas cuantas copas. Al principio estaban en su cuarto, pero ya las hay también en el salón y en la nueva casa en la que vivieremos habrá una sala para juntarlas todas".

La noche previa a la final del US Open ante Casper Ruud los dos hermanos vieron juntos en el hotel la película '300' para encontrar la motivación y antes del duelo ante Djokovic la intención era hacer algo similar, aunque variaron el plan. "Fue algo distinto, preferimos jugar al parchís con los miembros del equipo después de la cena. Carlos y yo íbamos juntos, jugábamos por parejas. Él normalmente va con el verde y yo con el azul, y solíamos ganar", desveló.

Álvaro rememora la final ante Djokovic: "Fue un día muy especial y un auténtico gustazo porque lo vivimos la familia al completo, una experiencia fantástica. Al principio, cuando el partido comenzó con cinco juegos seguidos ganados por Djokovic, vimos claro lo que estaba ocurriendo y es que Novak estaba jugando a un nivel increíble. No obstante, ya sabíamos desde antes de comenzar que iba a ser un partido muy duro. Él iba a por su octavo título en Wimbledon y el quinto consecutivo y estaba claro que Carlitos debía incrementar el nivel y soltarse en la final tras los nervios iniciales, que eran normales, y es lo que hizo ya a partir del segundo set. Confiamos en que reaccionaría porque nos ha dado motivos para creerlo y sabemos el nivel que tiene en pista y se vio".

Álvaro, quien también fue tenista enfrentándose varias veces a su hermano, se mostró sorprendido por su adaptación en hierba, donde hasta hace un mes tan sólo había jugado seis partidos como profesional: "Personalmente pensé en lo mal que lo pasó en la primera ronda de Queen's en su partido frente Arthur Rinderknech. A partir de entonces se fue encontrando cada vez mejor en esta superficie y lo cierto es que se le vio cómodo y con un buen tenis tanto en ese torneo como luego en Wimbledon".

Reconoce que pese a la dimensión del éxito en Wimbledon, no hubo una gran celebración: "La verdad es que no hubo mucho tiempo para fiestas. Tras el encuentro y sabiendo que teníamos la cena de gala del torneo volvimos a la casa en la que estuvimos durante esas semanas en Londres, nos vestimos para la ocasión y nos recogieron. Pasamos un buen rato en familia y con el equipo pero sabiendo que al día siguiente Carlos tenía que atender compromisos y luego había que volar de regreso".

La familia Alcaraz Garfia llegó a El Palmar avanzada la noche del lunes y tuvieron un emotivo recibimiento: "Estábamos muy cansados tras el vuelo desde Londres hasta el Aeropuerto de la región. Allí había personas esperándonos y también en la puerta de nuestra casa... Es grafificante ver esa respuesta en la gente".

Los trofeos que ha ido ganando Carlos Alcaraz -12 títulos profesionales, entre ellos dos de Grand Slam como el Abierto de Estados Unidos y Wimbledon- están repartidos por la casa familiar: "Ya van unas cuantas copas. Al principio estaban en su cuarto, pero ya las hay también en el salón pero en el nuevo hogar contará con una sala en la que se reunirán todas esas copas y también las que fueron ganando los demás miembros de la familia".

Álvaro Alcaraz es la persona a la que suele recurrir Carlos en los momentos de bajón: "Mi papel dentro del equipo es el de ayudar a todos y en especial a Carlos. Cuando hace falta un sparring en los entrenamientos ahí estoy yo pues también jugué y tengo un buen nivel. Además, mi hermano y yo tenemos esa confianza y ese feeling en la pista y fuera de ella. Me considero un buen apoyo para él cuando está lejos de casa y sobre todo en las giras largas que se dan en el circuito ATP. En pocas palabras, trato de contribuir a que se sienta suelto y solemos gastarnos bastantes bromas, como siempre, y hay tiempo para el cachondeo".

Álvaro reconoce que Carlos quiere ganar muchos más Grand Slam: "Nunca fuimos conformistas y siempre buscamos más. No se puede decir un número concreto de títulos que Carlos vaya a ganar a lo largo de su carrera, pues además está empezando, pero lo que es seguro es que él tiene el ansia de ganar los cuatro Grand Slam. El potencial tenístico lo tiene y no se va a conformar con lo hecho sino que se centra en seguir ganando".