Del Potro vive su regreso más feliz

Juan Martín del Potro se lleva las manos a la cara en un vano intento de ocultar la emoción que le embarga.

La Central de Wimbledon, 'La Catedral', en pie, le ovaciona tras su victoria sobre el suizo Stan Wawrinka, número cinco del mundo, por 3-6, 6-3, 7-6 (2) y 6-3 tras dos horas y 43 minutos. Le han apoyado desde el primer minuto, llevando en volandas al campeón del US Open 2009 y Del Potro se lo agradece. "Es por ellos, por su apoyo en cada punto, que he seguido luchando en cada set", reconoce.

Es la imagen del día en el All England Club. Porque hacía 1.092 días del último partido de 'Delpo' en esa pista. Un épico duelo de semifinales con Novak Djokovic que duró cuatro horas y 44 minutos, la más larga de la historia.

Ha dejado atrás casi tres años malditos por culpa de las lesiones y las intervenciones (tres en su muñeca izquierda en dos años y las consecuentes recuperaciones).

Las incertidumbres sobre su futuro se repetían y, cada vez que parecía que levantaba cabeza... ¡zas, otro obstáculo a superar! 

"Es increíble, acabo de vencer a uno de los tipos que juegan mejor. No esperaba ganar, pero me he superado a partir del segundo set, y he estado disfrutando este momento. Después de tres años, estoy en la tercera ronda de un Grand Slam. Todo lo que viene a partir de ahora es positivo y estoy en el camino para hacerlo bien. Al cien por cien", admitía.

"Me tiemblan las manos. Me siento vivo...", decía Juan instantes después de una trabajada victoria que le sitúa en la tercera ronda de Wimbledon 2016. "Me sentía tan feliz en la pista... Es como mi segunda o tercera carrera en mi corta vida (27 años). ¡Es increíble!", exclamaba con una enorme sonrisa en su rostro.

Su próximo rival será el francés Lucas Pouille, que ha superado al estadounidense Donald Young con comodidad: 6-4, 6-3 y 6-3.