El Villarreal, un 'Submarino' de futbolistas licenciados universitarios

Iker Álvarez y Paola Soldevila, dos de los 18 casos de estudiantes universitarios que tiene el Villarreal, cuentan cómo combinan el fútbol profesional y sus estudios

Todos piensan en cómo afrontarán en el futuro su vida profesional más allá del fútbol

Iker Álvarez, guardameta del Villarreal B, y Paola Soldevila, capitana del Villareal Femenino.

Iker Álvarez, guardameta del Villarreal B, y Paola Soldevila, capitana del Villareal Femenino. / EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO

Ismael Mateu

Un total de 18 jugadores profesionales del Villarreal CF han completado o se encuentran cursando sus estudios universitarios. En el primer equipo el futbolista cum laude por excelencia es Manu Trigueros, que cursó Grado en Magisterio de Primaria con especialidad en Educación Física. Ramón Terrats estudia Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Por otra parte, en el Villarreal B y el Femenino, los otros dos equipos profesionales, hay hasta 16 futbolistas universitarios o licenciados. El guardameta del Villarreal B, Iker Álvarez, que estudia Administración y Dirección de Empresas, y la mediocentro Paola Soldevila, que finalizó el Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y el Máster en Dirección Deportiva, cuentan cómo combinan los estudios y el deporte de élite.

El principal problema radica en gestionar los horarios. «Es lo más complicado, sobre todo al principio. Ahora, también fruto de la experiencia, te vas adaptando y vas dándote cuenta de que hay cosas que no dependen de ti y restas importancia a ciertas cosas, como cambios de horarios a última hora o imprevistos que pasan te pueden llegar a estresar. Desde que el equipo está en categoría profesional, el acceso a deportista de élite te facilita ciertos cambios, aunque no todos», explica Iker.

Coincide Paola Soldevila, que subraya que «es complicado si vas presencialmente a la 'uni' porque a veces entrenas por la mañana y otras por la tarde, pero me dan facilidades y se adaptan a quienes compiten en élite. Tienes que organizarte y aprovechar el rato que vas a la universidad y si tienes descansos, vas a la biblioteca».

Estudiar y viajar

Y cuando llega el fin de semana, en los desplazamientos, unos juegan al parchís o ven películas mientras otros aprovechan para estudiar. «A veces me resulta imposible y tengo que ponerme con ellos, por el alboroto. Se hace incómodo estudiar allí o simplemente porque ese día no te apetece tanto, aunque admito que sacar esa fuerza de voluntad algunos días, me ayuda a mantener la concentración en el campo», confiesa el meta andorrano, a lo que la jugadora catalana se adhiere: «Casi nunca estudio en el bus. No lo llevo bien, me entretengo muy fácilmente e intento ir a los viajes con las tareas hechas».

De la tensión al estrés

Mucha gente piensan que el fútbol profesional tan solo conlleva un esfuerzo físico, pero lo cierto es que el estrés, la concentración y la tensión en los partidos están por las nubes y el esfuerzo mental es alto, lo que puede mermar las fuerzas para estudiar cuando se vuelve a casa.

Para ello, el Muro de la Massana tiene la solución: «Intento siempre no dejarme tareas para el día del partido. Estos momentos previos, me gusta solo focalizarme en ganar y sabiendo que esa es mi primera prioridad. Después del encuentro, depende de lo que pase en el campo tampoco apetece, así que intento aislar un poco ese día de mi rutina de estudio».

Soldevila opta por planifica su rutina y vencer a la procrastinación: «Cuando llegas a casa y te apetece desconectar y descansar la mente. Intento descansar y luego ponerme. Da pereza, pero es la única solución. He aprendido a gestionar mis horarios. Lo mejor es llevar una planificación».

El apoyo de la familia

En ambos futbolistas, la decisión de seguir estudiando una vez finalizado el Bachillerato fue personal, pero el apoyo familiar sumó. «Desde casa, no fue una obligación de forma directa. Fue más bien una sugerencia con un retintín final de obligación. Aunque todo sea dicho, ya tenía pensado estudiar una carrera», recuerda. Coincide con Soldevila en este aspecto. «Fue una decisión personal, pero mi madre siempre intentó que aprovecháramos el tiempo y que no lo dejara si podía combinarlo con el fútbol y mi padre también me insiste bastante en seguir estudiando De hecho, he terminado el máster y ya me está diciendo que estudie más», dice la jugadora.

Un plan post fútbol

Cuando un deportista profesional decide empezar sus estudios, puede verlo como una salida profesional o simplemente como una manera de culturizarse. Para Iker Álvarez: «No lo sé, al final, la vida da muchas vueltas, y no sabes lo que te va a deparar. Prefiero no tomármelo como una futura salida ya que es algo que desconozco si sucederá». En cambio, Paola Soldevi: «Mis expectativas pasan por seguir ligada al mundo del fútbol por los estudios que he realizado. Depende de muchos factores. Mi sueño es ser directora deportiva».

Otros futbolistas que cursan estudios universitarios son Rodri (ADE), Espigares (Enfermería) y Marcos Sánchez (Psicología). En el femenino, además de Soldevila, están Elena de Toro (CAFD y Máster en Educación Física), Cristina Cubedo (Finanzas y Contabilidad y Fisioterapia), Yenni Giménez (Contaduría), Lucía Gómez (Psicología y Máster en Psicología Deportiva y Coaching), Ainoa Campo (Enfermería), Tere Morató (CAFD, Máster en Readaptación y PF y Máster en Gestión Deportiva), Claudia Iglesias (Psicología), Kayla McKenna (Antropología Cultural y Máster en Salud Pública), Carmen Carbonell (Fisioterapia y Ciencias del Deporte), Nerea Pérez (Magisterio de Primaria), Queralt Gómez (Enfermería y cuatro másteres relacionados).