El gafe de las campeonas

La regularidad brilla por su ausencia en el tenis femenino, se ve cada semana en el ranking WTA donde el cambio de nombres en el Top 10 e incluso el Top 5 y en muchas ocasiones el Top 3 es una constante. Es prácticamente imposible hablar de un Big Three, Big Four o Next Gen en el tenis femenino porque el baile de nombres, las sorpresas con jóvenes incipientes y el hundimiento de las primeras del ranking está a la orden del día.

Pero no es ese el único dato que confirma la poca constancia de las mejores tenistas del planeta. Aunque ambos datos van ligaos, la poca constancia de las jugadoras queda evidente si analizamos las campeonas de los cuatro Grand Slams del año. Con la eliminación el martes de la británica Emma Raducanu, defensora del título, en primera ronda del US Open a manos de la francesa Alize Cornet (6-3 y 6-3) se cumple un año más el gafe que persigue a las campeonas de los Grand Slams que no consiguen reeditar el título en un Grande. Es como una maldición que temporada tras temporada acecha a las tenistas.

Serena Williams, la más consistente en años

La última en conseguirlo fue la incombustible Serena Williams quien conquisó el título en Wimbledon en 2015 y 2016 y anteriormente había levantado la corona tres veces consecutivas precisamente en Nueva York en 2012, 2013 y 2014, nada menos que ocho años atrás. 

El torneo que lleva más años sin ser reeditado por una tenista es sin duda Roland Garros. La belga Justine Henin tiene el honor de ser la última jugadora que logró un ‘triple’ en Roland Garros hace nada menos que 15 años, en los ya lejanos 2005, 2006 y 2007.

También nos tenemos que remontar a casi una década para hablar de una tenista que haya repetirod título de manera consecutiva en el Open de Australia. La última en conseguirlo fue la bielorrusa Victoria Azarenka en 2012 y 2013.

Sí en años alternativos

Si ha habido la misma campeona en años alternativos tras las reediciones de los títulos. Serena lo consiguió en Roland Garros (2013 y 2015), la polaca Iga Swiatek lo logró también en París en 2020 y este 2022) mientras que la japonesa Noami Osaka lo hizo realidad en el US Open (2018 y 2020) y en Australia (2019 y 2020).