Al Uno-X no se le acaba la gasolina en el Tour de Francia

Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard acaparan todos los focos en el Tour de Francia. La batalla entre las dos estrellas del ciclismo eclipsa al resto de corredores. Pero hay más Tour lejos de estos dos titanes. La presente edición de la ronda francesa está teniendo un denominador común en prácticamente todas las etapas. No hay día sin dosis televisiva para el Uno-X. La escuadra, patrocinada por una red de gasolineras que opera en Noruega y Dinamarca, plantea cada jornada como si fuera el último de competición. 

Pogacar espanta las moscas del Tour al ataque

Ayer le tocó a Magnus Cort Nielsen, el mostacho más frondoso del pelotón. El danés saltó a la escapada buena con la escopeta cargada, en busca de su décima victoria en una grande (6 en la Vuelta a España, 2 en el Tour y 1 en el Giro), pero no tuvo fuelle cuando se desataron las hostilidades entre los escapados. Cort ya sabe qué es ganar con el Uno-X. Fue en el Dauphiné.

Jonas Abrahamsen también ha tenido su cuota de protagonismo. El noruego, de resorte fácil, ha demostrado una habilidad innata para colarse en las fugas durante las dos primeras semanas de competición. Esa voracidad le sirvió para subir al podio durante las diez primeras etapas y enfundarse el jersey de lunares rojos, el que se otorga al líder de la montaña. Abrahamsen, asimismo, ha sido elegido en dos ocasiones el corredor más combativo del día. 

Promesa de futuro

Otro de los nombres propios del Uno-X es Søren Wærenskjold, ciclista joven y con mucha proyección, que ya ha sido oro mundial en contrarreloj y bronce en ruta en categoría sub-23. El corredor de Mandal es uno de los lanzadores de Alexander Kristoff, quien a sus 37 años todavía se deja ver en las ‘volatas’.

Es la segunda participación del Uno-X en el Tour de Francia, ambas como invitados, desde que adquirió la categoría UCI Pro Team. La victoria en una gran vuelta todavía se resiste, pero con este nivel de ambición acabará cayendo como fruta madura.