Vingegaard: “La victoria aún es posible, no he venido al Tour para quedar segundo”

El ciclista danés, vencedor de las dos últimas ediciones de la prueba, proclama que no se rinde y confía en que Tadej Pogacar tenga un día malo en la tercera semana como sucedió en 2022 y 2023

Vingegaard, por delante de pogacar durante la etapa pirenaica

Vingegaard, por delante de pogacar durante la etapa pirenaica / LAP

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

Recuerda Hautacam, julio de 2022, y la contrarreloj alpina de 2023, en una cordillera que comenzará a escalarse este miércoles. En los dos escenarios, tercera semana de Tour, Tadej Pogacar se vino abajo y Jonas Vingegaard se aupó con la victoria. Eso sí, con una diferencia abismal a lo que ocurre ahora. El fenómeno esloveno, en ambos casos, iba segundo de la general y la diferencia entre ambos era de 2.18 minutos hace dos años y 10 segundos la temporada pasada. Al día siguiente de caer derrotado en la contrarreloj, Pogacar se dejó 7 minutos camino de Courchevel que pudieron ser muchos más de no haber encontrado el auxilio de Marc Soler.

A estos recuerdos se agarra el danés como si fuera un clavo ardiendo. Vingegaard no se da por vencido y anuncia combate en las seis etapas que quedan por disputar, puesto que este año no hay programado el tradicional paseo del último día, con copas de champán, fotografía y risas. Hay una contrarreloj, diseñada entre Mónaco y Niza, donde la organización espera todavía que sirva para decidirlo todo en el suspiro final de la carrera, aunque si Pogacar llega con los 3 minutos que ahora le saca a Vingegaard, poco quedará en juego más allá del honor de lograr el triunfo y saludar a Alberto II en la salida.

En Plateau de Beille, según las palabras del corredor danés, hizo el ataque de su vida, jamás había demarrado en un puerto con tanto ímpetu. Todo patas arriba, ayudado por un asfalto recién colocado, donde todos sufrían excepto Vingegaard y un todopoderoso Pogacar. Ellos dos, junto a Remco Evenepoel, que fue tercero, superaron el récord de ascensión al puerto que tenía Marco Pantani desde 1998, en el triste Tour del dopaje.

“El domingo hice una de mis mejores actuaciones y lejos de hundirse, Tadej me tomó más de un minuto. Pero no estoy decepcionado, porque pienso que peor estaba cuando me pasé 12 días en el hospital y tres meses sin competir”, repitió Vingegaard en la jornada de descanso de este lunes.