Los recuerdos de Eduardo Chozas en Le Granon

El Tour descansa hoy pensando en las tres etapas alpinas, sobre todo en la subida del Granon y el jueves a Alpe d’Huez

Lo hace con todos los ciclistas negativos en las pruebas de covid que se realizaron

Eduardo Chozas en el Granon

Eduardo Chozas en el Granon / echozas.com

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

Qué verdes eran los Alpes, ayer, hoy y siempre. Duermen los equipos entre estaciones de esquí y telesillas parados y desde las ventanas de sus hoteles solo ven a cicloturistas, a centenares, que tratan de emularlos por las carreteras en las que competirán hasta el jueves, cuando abandonen la cordillera.

El Granon, en Serre Chevalier, no muy lejos del Izoard y el Galibier, inaugura el miércoles la ruta de los Grandes Alpes como preámbulo al festival del jueves en Alpe d’Huez, con las famosas 21 curvas que se vestirán de rojo, blanco y azul en el día de la libertad, la igualdad y la fraternidad: 14 de julio. Y mañana, de aperitivo, la subida al helipuerto de Megève.

El miércoles se vuelve al Granon después de 36 años y una sola visita en toda la historia del Tour. Y habrá una persona que tendrá el honor de subir en coche y luego hacerlo al podio para recibir el homenaje de una carrera que cuida a los mitos como si fueran tesoros. Eduardo Chozas, 62 años, ahora comentarista de Eurosport, regresa a la cumbre donde consiguió en 1986 una de las más brillantes victorias de su carrera deportiva. Cuatro etapas ganó en la Grande Boucle.

En 1986, a diferencia de ahora, los triunfos españoles de etapa se contaban en plan grupal. Aparte de Chozas ganaron también Pello Ruiz Cabestany, Ángel José Sarrapio, Pedro Delgado (que además luchaba por la general hasta que abandonó por la muerte de su madre) y Julián Gorospe.

Fue 1986 el año en el que Bernard Hinault pasó el testigo a Greg Lemond, con una relación más fresca ante las cámaras que en la intimidad del hotel. Fue el año en el que francés y estadounidense, ganador en París, llegaron a Alpe d’Huez cogidos de la mano.

Zapatillas con suela de madera

Sucedió al día siguiente del triunfo de Chozas en el Granon, porque hace 36 años como ahora ambas etapas se disputaron una detrás de otra. «Fue el primer año en que todos empezamos a llevar pedales automáticos. Yo recuerdo que gané en el Granon con unas zapatillas con la suela de madera. También fue el primer año que utilicé una bici de carbono». Y también un piñón de aluminio de 24 dientes que llevaba guardado en la maleta. «Se desgastaba mucho y solo podía utilizarlo en etapas concretas. Entonces, a diferencia de ahora, los platos eran más grandes y los piñones más pequeños».

Mientras Hinault sufría en el Izoard, para comenzar a despedirse de reeditar el triunfo conseguido en 1985 -desde entonces ningún otro francés ha vuelto a ganar el Tour-, Chozas, vestido con el uniforme del Teka, comenzaba una cabalgada en solitario de 150 kilómetros. «Me fugué en la subida a Vars y nadie me siguió».

Chozas terminó el Tour en 14ª posición, aunque en 1990 llegó sexto a los Campos Elíseos. «El Granon me pareció entonces un puerto durísimo, más corto en kilometraje de los habituales que hay en los Alpes. Los últimos tres kilómetros lo pasé fatal. Llevaba una pájara de aúpa. Pero hace 10 años lo volví a subir con un grupo de amigos y comprobé que, pese a ganar en 1986 casi grogui, el Granon es un puerto descomunal». Mañana lo vivirá como un héroe.