El Tourmalet

Gloria a los héroes italianos del Tour

Tourmalet por Sergi López Egea.

Tourmalet por Sergi López Egea. / EPC

Sergi López-Egea

Los héroes de Italia, los que decidieron triunfar en la vida montados sobre una bici, fueron personajes muy peculiares y que destacaron igual en competición que sobre la vida misma. En Florencia, en el centro de la ciudad, con las paredes del Palacio Vecchio como improvisada pantalla de cine, la noche se alegra con las imágenes de quienes un día ganaron el Tour y a los que la carrera ha querido premiar, reconocer y sobre todo recordar en el primer inicio italiano, con cierto regusto a Giro, de la ronda francesa.

Ottavio Bottechia, entre planos rápidos y muy desgastados, vuelve a triunfar en París 100 años después de haberlo hecho por dos veces; está considerado como el primer glorioso ciclista transalpino que destacó en el extranjero en años difíciles para el país, poco tiempo después de que Benito Mussolini iniciara desde Florencia la Marcha sobre Roma.

Una muerte violenta

Durante años se habló sobre las extrañas circunstancias que rodearon su muerte. ¿Había sido un agricultor que le lanzó una piedra porque mantenía un romance con su hija? ¿El propietario de un campo vinícola porque en un entrenamiento le entró hambre y fue a por uvas? Las investigaciones más actuales sugieren, y de ahí la cita a Mussolini, que fue asesinado por un sicario fascista por sus ideas socialistas -poco antes también murió violentamente su hermano Giovanni-.

Gino Bartali fue el segundo italiano que ganó el Giro y el que creció como reclamo de la derecha de su país en una pugna muy politizada entre él y Fausto Coppi, símbolo de la Italia que buscaba un cambio. Bartali era el corredor que rezaba y protegía a la familia, mientras Coppi tenía que salir de Italia para no ser acusado de adulterio.

Activista antinazi

Hasta después de su muerte, ocurrida en 2000, no se supo que durante la ocupación nazi se dedicaba, mientras entrenaba, a transportar documentos falsos en el interior del cuadro de la bici que entregaba a un convento, papeles que salvaron la vida a muchos judíos toscanos. Jamás lo confesó mientras vivió.

La muerte se llevó prematuramente a tres vencedores del Tour: Coppi murió pocos meses después de aconsejar a Federico Bahamontes en su victoria en París. Se fue a África y la malaria acabó con su vida el 2 de enero de 1960. Apenas tenía 40 años. El lunes, el Tour pasará por Tortona, donde está enterrado.

'El Pirata' Pantani

Precisamente, en 1960, Gastone Nencini ganó el Tour. Murió con 49 años después de una fulminante enfermedad. Marco Pantani (la primera etapa acaba en Riminí, donde falleció, y la segunda parte de su Cesenatico natal) encontró la muerte recién cumplidos los 34 años a causa de una sobredosis de cocaína. Los últimos años de su vida, atormentado por la droga y las malas compañías, fueron un martirio.

El Tour no se desplazará a Sicilia. Ya habría sido una excursión demasiado alejada de Francia. Vincenzo Nibali, el astro siciliano, ganó el Tour de 2014 y se retiró hace dos años. Tampoco lo hará por la Lombardía que vio nacer a Felice Gimondi, elegante ciclista de los años 60 y 70, que falleció estando de vacaciones en Sicilia y que tiene una bella historia relacionada con Barcelona, adonde llegó de turismo. Pasó por la calle del Consell de Cent y en un bar dedicado al ciclismo de leyenda vio que exhibían un vídeo que recordaba su victoria en el Giro de 1976. Se emocionó e hizo lo propio con los propietarios del establecimiento.

Gloria, pues, a los héroes italianos del Tour, recordados estos días en los que la ronda francesa, hasta el martes a las 15 horas, paseará por territorios transalpinos antes de enfilar la ruta de los Alpes y al cuarto día subir por el Galibier.   

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