Movistar hace autocrítica

El papel realizado por el Movistar en el Tour de Francia ha distado mucho del que las expectativas habían generado. El único equipo español presente en la ronda gala llegaba con la vitola de favorito, dispuesto a desbancar de una vez por todas la tiranía del conjunto Sky. Sin embargo, sobre la carretera, las etapas pusieron a la formación liderada por Eusebio Unzué lejos del podio. Nairo Quintana no ha rendido al nivel esperado y Mikel Landa fue de menos a más.  

Las cosas empezaron a torcerse camino de Roubaix. Una ingenua caída de Landa fue el punto de inflexión. El de Murgia perdió el control de su bicicleta cuando se hidrataba y acabó con los huesos en el pavimento. A partir de ese momento, el alavés arrastró molestias lumbares que perduraron hasta la tercera semana de competición. No estuvo bien en los Alpes y lo acabó pagando en la general.

Otro lunar en el currículum del zuiano fue la contrarreloj de la penúltima etapa, donde perdió la sexta posición de la tabla al ceder 3’ 11’’ con Tom Dumoulin, vencedor en Espelette. Si Mikel Landa quiere aspirar a ganar el Tour, no puede permitirse el lujo de dejarse esas minutadas en la lucha contra el cronómetro.

Sin embargo, tal y como reconocía el propio Miguel Indurain, el problema quizás residió en la bicefalia del Movistar, donde no se sabía si Nairo o Mikel actuaban como jefe de filas. “Un equipo no puede estar pendiente de dos corredores. Hay que apostar por uno e ir a por todas. Si te sale mal, ya lo volverás a intentar el año siguiente”, reconocía el cinco veces ganador de la ronda gala.  

Eusebio Unzué, patrón del equipo, ha analizado el papel de los suyos diciendo: “Pienso que la idea de los tres líderes estaba un poco desenfocada. Está claro que Alejandro no partía con el objetivo de pelearla, y Nairo y Mikel, lastrados cada uno en su momento por  caídas, han obtenido peor resultado que el que podrían haber logrado”.

Motivos para la ilusión

No todo han sido malas noticias para el equipo de Telefónica. Movistar se llevó la general por equipos y Nairo Quintana logró una honrosa victoria de etapa en la cima del Col du Portet. Además, en esta ronda gala hemos visto la explosión definitiva de Marc Soler. El de Vilanova, que llegaba con el aval de la París-Niza, se ha revelado como un ciclista total, capaz de rendir en montaña y en contrarreloj. Muchos equipos se han interesado ya por este joven catalán de apenas 24 años.