Las tres 'Ces' que mueven a Alcaraz

Cerebro, corazón y cojones, una señal que lleva tatuado en la muñeca “para poder mirarlo en cada servicio”.

Aún no tiene la mentalidad de Nadal, pero posee un talento inmenso para alcanzarle

Alcaraz, campeón en París

Alcaraz, campeón en París / EFE

Albert Masnou

Albert Masnou

Al final de su rueda de prensa tras su victoria en París, en los últimos coletazos, Carlos Alcaraz se desnudó y recordó su leitmotiv, ese que le hace tener siete vidas, ese que le da fuerzas cuando está tocado, este que le permite tener un espíritu ganador cuando las fuerzas se acaban: las tres ‘Ces’: cerebro, corazón y cojones, una señal que lleva tatuado en la muñeca “para poder mirarlo en cada servicio”. 

Es el consejo de su abuelo que tiene grabado porque “siempre lo tengo presente, él está en casa animándome, me parece increíble que siga viendo mis partidos”.

Carlos Alcaraz aún no tiene la mentalidad de Rafa Nadal, le queda camino porque el de Porto Cristo es único en este aspecto. Alcaraz, por ejemplo, bajó el pistón a final de la pasada temporada, cansado de tanto viaje, competición y tensión.

Precisaba un parón para coger aire y retomar el camino que había iniciado con tanto éxito y que le había llevado a ganar ya dos Grand Slams siendo tan joven. Necesitaba salir un poco, estar con gente de su edad y olvidarse de quien es.

Ahora ya tiene el tercero porque ese parón, ese impás, le dieron un nuevo brío. No es todavía Rafa Nadal porque el isleño jamás ha bajado un ápice su motivación, sus ansias de victoria. Las lesiones le han noqueado, pero su cabeza es privilegiada.

Palmarés top

Todos quieren evitar las comparaciones, pero son inevitables por el dominio que ejerció Nadal y por el inmenso talento que atesora Alcaraz. Acumula 14 títulos en 18 finales disputadas en el circuito ATP en el que se incluye Wimbledon y USOpen, cinco Masters 1000 y cuatro ATP 500 y dos ATP 250.

Solo perdió en 2022 las finales de Umag y el ATP 500 de Hamburgo y en 2023 las de Río y el Masters 1000 de Cincinnati.

Por superficies, Alcaraz acumula ocho trofeos ATP en tierra batida, cuatro en pista dura y dos en hierba. Se le da bien en todos los escenarios y, en este sentido, es más polivalente que Nadal.

Alcaraz es único y está llamado a convertirse en uno de los dominadores del circuito. Ya lleva tiempo entre los mejores y pocos de los de su generación parece que vayan a plantarle cara. Él solo debe recordar su leitmotiv para llegar muy lejos y escribir, como ha hecho Rafa Nadal, una de las historias más bellas del deporte español.