Remontada épica de Nadal en su estreno en Roma

El balear cedió el primer set pero elevó el nivel para dejar fuera a un combativo Zizou Bergs

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Nadal, durante su partido

Nadal, durante su partido / EFE

Cristina Moreno

Cristina Moreno

Rafa Nadal tiró de épica y de rágafas de su mejor versión para superar la primera ronda en el Masters 1.000 de Roma contra un combativo Zizou Bergs. El belga acarició la gesta aprovechando un mal momento del balear en el primer set, pero el oficio de Rafa dio la vuelta al encuentro ganando las dos siguientes mangas. Alcanzó así el español la segunda ronda en la que es su decimonovena participación en el torneo italiano, más que ningún otro tenista (4-6, 6-3 y 6-4).

Como viene siendo habitual en los últimos partidos de Rafa, la expectación en el Foro Itálico fue máxima. Y es que en una temporada tan particular como esta, donde cualquier partido puede ser el último, los italianos, pese a disputarse el encuentro en plena hora de comer, no quisieron perderse el duelo. Y empezó plácido para el balear que arrancó sirviendo y solo cedió un punto en el primer juego. Ya en el tercero salió a relucir el Nadal de los viejos tiempos, con alguna carrera explosiva y mucho tenis. En el cuarto tuvo ya tres bolas de break y aunque desperdició las dos primeras, a la tercera hizo suya la primera rotura del partido.

Pero Bergs, versado en las batallas de los Challenger, tenía aún algo que decir y evitó que el manacorí confirmara su ventaja. Había estado fallón Rafa, con doble falta incluida, y el belga no dejó pasar la oportunidad. El golpe dejó momentáneamente nockeado a Nadal que volvió a ceder su servicio en un momento crítico del set, el noveno juego. Valiente y sin complejos, Zizou se llevó el punto ganando el último punto en modo campeón, con salto y remate a la línea.

Empezaba un nuevo partido para Rafa, obligado a jugar dos sets bajo el intenso calor, a despejar los nubarrones de esa primera manga, a resurgir. En definitiva, obligado a ser Rafa y a hacer eso que tantas veces ha hecho antes: creer hasta el final.

Pero empezó accidentado el segundo set, con un parón para atender a un aficionado en las gradas cuando el balear ganaba 40-0. En la reanudación, más de ocho minutos después, cerró el español con una jugada de manual: servicio y derecha y primer juego. Un buen comienzo que certificó con una rotura en el siguiente y la confirmación con su servicio para ponerse con 3-0 en el marcador. No iba a ceder aún Bergs que le complicó la cosa en el séptimo juego, aunque lo solventó resurgiendo Nadal mientras el público cantaba el conocido "olé, olé". No necesitó más el manacorí para cerrar la manga con un claro 6-3.

Partido nuevo

Empezaba así un nuevo partido. Un tercer set en el que ambos subieron un peldaño más su nivel. Con cada punto peleado al máximo, cualquier detalle iba a ser clave. Y el primero en pegar fue un Rafa curtido en mil batallas, que se hizo con el quiebre ya en el tercer juego. El de Lommel aún tenía fuerzas para más duelos y tras estar a punto de perder el quinto, consiguió tres bolas de break en el siguiente, obligando a Nadal de nuevo a remontar. Las salvó las tres y se llevó el punto ante la frustración de Bergs.

En el octavo volvió a empezar con 0-30 Rafa y una vez más, la enésima en el partido, se puso el traje de faena para aguantar su servicio. Peleó aún el siguiente aunque acabó cerrando el set y el partido como empezó, sirviendo.

En la siguiente ronda a Rafa le espera el polaco Hubert Hurkacz, séptimo cabeza de serie del torneo.